Mi afición.

Una de mis aficiones es la gimnasia rítmica.
Empecé a practicarla en el colegio con apenas cuatro años. Eramos un grupo de entre 10 y 12 niñas, de las cuales algunas de ellas estaban en mi clase. Nuestra entrenadora se llamaba Cristina, nos apuntaba a exhibiciones que se realizaban o bien en mi instituto o en la plaza de Valle de Guerra.
Nuestro material se basaba en pelotas, gacelas, aros..
Así estuvimos unos años hasta que nuestra entrenadora dejó de venir a las actividades preescolares.
Terminó el instituto, y yo seguía sin hacer gimnasia.
En segundo de la ESO, me enteré que en el pabellón del valle había un club de gimnasia rítmica, el club Achinech, y me apunté.
Hubo la casualidad de que de nuevo me encontré con Cristina, mi antigua entrenadora. Empecé a entrenar el mismo día que llegué, y me pusieron en el grupo de una de mis compañeras de clase, Sara Mesa.
El club se dividía en grupos de seis por edades.
El material era más variado, también habían cintas, masas, etc, y aparte de exhibiciones participábamos en competiciones.
Ya hace meses que me quité, aunque me gustaría haber seguido ya que es mi afición.
Gimnasia rítmica.